¿Conocías estos beneficios del ejercicio?
Es posible que te sorprendas al conocer los importantes beneficios para la salud que pueden obtenerse con poca cantidad de actividad física.
Hace unos días leí la encuesta realizada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), donde decía que aproximadamente el 80 % de los adultos en los Estados Unidos no hace suficiente ejercicio.
La encuesta encontró que tan solo alrededor del 20% de los habitantes en los Estados Unidos hace la cantidad recomendada, es decir:
Al menos 2.5 horas de ejercicio aeróbico de intensidad moderada cada semana, o una hora y 15 minutos de actividad vigorosa.
Actividades que involucran al entrenamiento de fuerza dos veces por semana.
Esta recomendación proviene de las agencias de salud pública de los Estados Unidos y es una cantidad razonable de ejercicio, pero es probable que algunas personas, en particular las que realizan el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés), puedan obtener beneficios incluso al hacer menos ejercicio.
El punto más importante es mantenerse activo tanto como te sea posible. Evita permanecer sentado durante largos períodos de tiempo (trata de estar sentado menos de tres horas al día) y permanece el resto del tiempo caminando, de pie e involucrado en otras actividades.
Prácticamente, todos pueden beneficiarse de hacer ejercicio—desde las personas jóvenes hasta los adultos mayores, ya sea que estén o no en buen estado físico.
5 beneficios sorprendentes de hacer ejercicio
Se que aveces puede parecer difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, pero cuando te das cuenta de sus beneficios — que son mucho mejores de lo que cualquier pastilla podría proporcionar — la pregunta que surge es, Cómo podría permitirme no hacerlo?
Aquí te dejo algunos beneficios que podrían motivarte a empezar HOY mismo:
1. Te hará sentir más feliz
Se ha demostrado que el ejercicio aumenta los niveles de potentes sustancias químicas cerebrales, como la serotonina, dopamina y norepinefrina, que ayudan a atenuar algunos de los efectos del estrés.
La vida se trata de ser feliz, cierto? por lo que el ejercicio podría ayudarte a lograr ese objetivo final.
2. Mejora la apariencia de la piel
El ejercicio mejora la circulación y flujo sanguíneo en la piel, lo que significa que recibe una nueva dosis de oxígeno y nutrientes. Esto fomenta la salud general de la piel mientras ayuda a sanar las heridas.
Para mejorar el estado de tu piel, debes enfocarte en hacer entrenamientos de resistencia, donde utilices tu propio peso corporal para hacer esfuerzo con tus músculos. Algunos ejemplos de ejercicios de resistencia son las sentadillas, lagartijas y planchas. Pero si tu objetivo es tonificar la piel, no es recomendable hacer un entrenamiento cardiovascular excesivo.
Esto se debe a que el estrés que ejerce sobre tu cuerpo cuando corres distancias largas produce cantidades excesivas de cortisol, la hormona del estrés responsable de la inflamación. Esto podría tener grandes consecuencias en tu piel, ya que el cortisol tiende a descomponer el colágeno, lo cual podría generar arrugas y flacidez.
3. Promueve la salud cerebral
En un estudio de adultos entre la edad de 60 a 80 años, los que eran más activos físicamente tuvieron una mejor oxigenación cerebral y mejores patrones de actividad cerebral, en especial en el hipocampo y en la conexión de diferentes regiones cerebrales. Lo que quizás sea más intrigante sobre los descubrimientos es que se manifestaron entre adultos mayores que eran físicamente activos, pero no atletas.
Los participantes del estudio no hacían ejercicio formalmente, sino que realizaban su actividad a través de caminar, practicar la jardinería o simplemente moverse todos los días—y los que se movieron más manifestaron beneficios cerebrales significativos, en comparación con sus pares más sedentarios.
Una razón por la que el ejercicio es tan beneficioso para el cerebro podría ser porque estimula la producción de una proteína llamada FNDC5, que a su vez desencadena la producción de BDNF.
En relación al cerebro, la BDNF no solo preserva las células cerebrales existentes, sino que también activa las células madre cerebrales para convertirlas en nuevas neuronas y, de hecho incrementa el volumen cerebral.
4. Te ayuda a recuperarte más rápidamente de enfermedades crónicas
Antes se sugería que las personas que estaban enfermas no debían hacer ejercicio; sin embargo, a menudo sucede lo contrario. Por ejemplo, generalmente entre los pacientes con cáncer el ejercicio debe ser una parte crucial del tratamiento, el cual podría acelerar la recuperación exitosa y disminuir el riesgo de recurrencia del cáncer.
El ejercicio también beneficia a las personas con dolor articular, incluyendo a la osteoartritis, y podría ser un tratamiento clave para las personas que padecen de depresión o ansiedad.
También, se ha descubierto que apoya la recuperación después de ataques cerebrales. En el caso de padecimientos crónicos, muy a menudo, el ejercicio representa una medida necesaria.
La revista Time informó sobre lo que los médicos podrían descubrir si solo prescribieran con mayor frecuencia el ejercicio, en vez de medicamentos:
El Dr. Robert Sallis, médico familiar del grupo Kaiser Permanente del Centro médico Fontana, en California, ha prescrito ejercicio a sus pacientes desde principios los años 90 con la esperanza de recetar menos medicamentos.
"Realmente funcionó de manera sorprendente, en especial en mis pacientes más enfermos [...] Si pudiera lograr que lo hicieran de manera regular—incluso caminar, cualquier ejercicio que acelerara un poco su ritmo cardíaco—observaría mejoras drásticas en sus enfermedades crónicas, sin mencionar en todas esas otras cuestiones, como la depresión, ansiedad, estado de ánimo y niveles de energía".
5. Disminuye las células de grasa
Uno de los beneficios de un entrenamiento HIIT consistente es que tu cuerpo comienza a utilizar la grasa como su fuente preferida de combustible.
Por ejemplo, una investigación publicada en la revista Cell Metabolism demostró que cuando las personas saludables pero inactivas hacían ejercicio intenso pero breve, producían cambios inmediatos en su ADN — algunos promovían específicamente la quema de grasas.
Todo parece indicar que, el ejercicio intenso produce alteraciones estructurales y químicas en las moléculas de ADN intramusculares y esa activación del gen inducida por la contracción podría causar la reprogramación genética de la fuerza muscular. Otros genes impactados por el ejercicio intenso son los genes involucrados en el metabolismo de las grasas.
En particular, el estudio sugirió que cuando se realizaban ejercicios de alta intensidad, el cuerpo experimentaba inmediatamente una activación genética que incrementaba la producción de proteínas que destruían las grasas.
¿Qué esperas? ¡Es hora de moverte!
Para aprovechar al máximo tus entrenamientos, te recomiendo que sigas un programa HIIT o uno que incluya ejercicios en intervalos de alta intensidad, entrenamiento de fuerza (en especial los ejercicios súper lentos), estiramientos y trabajo en la zona del tronco, junto con caminar alrededor de 10 000 pasos diarios.
¿Cuál es tu tipo de ejercicio favorito? Déjamelo saber en los comentarios.
Referencias
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